Cuando interaccionamos con el ambiente, no es sólo nuestra mente la que se relaciona con el contexto, sino que nuestro cuerpo también toma un papel significativo que en ocasiones obviamos. Por tener un entrenamiento mucho más mental y priorizar este sobre el corporal, a la mayoría no nos cuesta dar una explicación de lo que nos pasa, pero; ¿somos realmente conscientes de cómo sentimos o solo justificamos nuestras acciones? En ocasiones tenemos sensaciones corporales que contienen información implícita de la que todavía no hemos pensado. Es importante poner en contacto la mente y el cuerpo para ser conscientes de que ambos comparten la misma información. Si el cuerpo y la mente no mantienen un feedback puede pasar que hemos entendido mentalmente cierta información, que nos llega normalmente por un canal verbal, sin embargo cuando atendemos a lo que el cuerpo está sintiendo podemos comprender que a veces no ha asimilado la información mental. El cuerpo que es más lento, necesit