MUCHOS CAMINOS LLEGAN HASTA ROMA
Educar no es tarea fácil; educar en valores se convierte en una tarea titánica. Cuando pretendemos enseñar y educar en el esfuerzo, disciplina, ayuda, responsabilidad, hábito, compromiso, trabajo en grupo, tenemos muchas y diversas maneras de promoverlo generando múltiples oportunidades. Si preguntamos a los cuidadores/educadores si quieren estos valores para sus educandos, casi seguro, que unánimemente, dirán que SI. Estos valores aprendidos se pondrán en juego en muchas y diversas facetas de la vida: en los estudios, amistades, relaciones de pareja, trabajo, ocio, etc. Sin embargo, a veces, en nuestro deseo de pretender el éxito de los chicos y chicas con los que trabajamos solo enfocamos las exigencias en conseguir éxito escolar equivalente a éxito como persona y así “peleamos” para que no se distraigan, se esfuercen más y más y si no sacan resultados aceptables debemos dar más de lo mismo, más tareas, más tiempo, más esfuerzo y entonces nos olvidamos que lo que queremos