MUCHOS CAMINOS LLEGAN HASTA ROMA

Educar no es tarea fácil; educar en valores se convierte en una tarea titánica. Cuando pretendemos enseñar y educar en el esfuerzo, disciplina, ayuda, responsabilidad, hábito, compromiso, trabajo en grupo, tenemos muchas y diversas maneras de  promoverlo generando múltiples oportunidades.

Si preguntamos a los cuidadores/educadores si quieren estos valores para sus educandos, casi seguro, que unánimemente, dirán que SI.

Estos valores aprendidos se pondrán en juego en muchas y diversas facetas de la vida: en los estudios,  amistades, relaciones de pareja, trabajo, ocio, etc.

Sin embargo, a veces, en nuestro deseo de pretender el éxito de los chicos y chicas con los que trabajamos solo enfocamos las exigencias en conseguir éxito escolar equivalente a éxito como persona y así “peleamos” para que no se distraigan, se esfuercen más y más y si no sacan resultados aceptables debemos dar más de lo mismo, más tareas, más tiempo, más esfuerzo y entonces nos olvidamos que lo que queremos es llegar a los valores que nos servirán para la vida.

Cuando a una niña y niño le cuesta aprobar, tiene problemas de atención, rendimiento, comprensión, le falta seguridad, perspectiva de futuro, tenemos más caminos para llegar donde queremos, a esos  VALORES, y esos caminos son el deporte, las actividades de ocio organizadas, culturales,  manualidades, naturaleza, etc.

Pretender cultivar y recorrer un camino lleno de piedras, dificultades (actividad escolar) , nos lleva al cansancio, a la frustración, cuando resulta inevitable tener que estudiar por la obligatoriedad debemos acompañar ese camino y cultivar laderas donde recostarnos, donde poder mirar, pararnos, disfrutar (actividades lúdicas, deportivas, culturales).



El deporte, baile, música, manualidades, juegos, excursiones, etc. no deben ser un premio, no hay que ganárselo, todas estas actividades ya por sí tienen su peso en la educación y desarrollo de cada persona. Aprender mientras disfrutamos de la vida, de los otros y con los otros amplía las oportunidades de interiorizar esos valores ¿qué más podemos pedir?.

No tiene sentido renunciar, tampoco que tengamos que ganarlo o disfrutarlo cuando hayamos hecho tales tareas, conseguido x aprobados, tales puntos por colaborar.

Muchas personas han llegado a ser lo que son porque les exigieron, tuvieron que esforzarse, este es un camino, otros han llegado a lo mismo de otras  maneras, recorriendo otros.

La vida de cada uno es personal, diferente, la manera que hemos llegado a ser lo que somos se debe a nuestros aprendizajes y las personas que nos  acompañaron, confiaron, por lo tanto, existen muchas maneras de aprender, pero no olvidemos lo que recorremos y lo que nos vamos encontrando.

Para esta infancia que puede disfrutar tan poco de la vida, que carece de celebraciones, juegos compartidos, comidas familiares, de EXPERIENCIAS POSITIVAS DE APRENDIZAJE Y CRECIMIENTO no podemos negarle estas experiencias y someterla a otro mundo de restricción y rigidez.

Como educadores que mentalizamos debemos contemplar diferentes rutas, abramos opciones, ampliemos experiencias, generemos situaciones de disfrute y alegría.

¿Qué es lo que promuevo en mi contexto educativo?

 


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