ABUSO Y EXPLOTACIÓN SEXUAL INFANTIL EN INTERNET
Hace poco en unas jornadas sobre violencias invisibles, nos hablaban de la pornografía infantil, y de por qué deberíamos enmarcarlo como violencia y no tanto como pornografía, puesto que los protagonistas de las imágenes son menores de edad que no están legalmente habilitados para dar su consentimiento, no existe la posibilidad de que el menor esté consintiendo el acto que se está llevando a cabo. No saben cuál es el objetivo ni el destino de las imágenes de las que están siendo protagonistas y hay una imposición por parte de un adulto de comportamientos de contenido sexual, por lo tanto, hablaremos de manera más acertada de violencia sexual infantil.
En la red la vulnerabilidad de
este colectivo aumenta, por su falta de conocimientos, de recursos y su
posición de dependencia adquiriendo esa especial fragilidad que les hace tan
débiles ante esas situaciones de abuso. Con el auge de las nuevas tecnologías,
la expansión de internet y la liberalización del acceso al mismo en todas las
edades, entornos y contenidos, el peligro para este grupo de población ha
aumentado aún más. Sobre todo con el fácil acceso a redes
sociales, las cuales han supuesto una revolución en la comunicación
humana, pero han sido el terreno de cultivo perfecto para determinadas
prácticas peligrosas de las que debemos proteger a nuestros niños y niñas.
Según
el INE en 2012, el 91% de los menores entre 10 y 15 años son usuarios
habituales de Internet. Además, el interés por la sexualidad aumenta conforme
se van haciendo mayores, e Internet es su fuente de consulta principal (si quieres saber más
consulta esta jornada), el anonimato les permite explorar su propia
sexualidad y entablar conversaciones de tipo sexual con desconocidos, lo que
supone una puerta de acceso a los delincuentes sexuales, que se sirven de
diversas estrategias para atentar contra la integridad sexual de los menores.
Uno de los principales factores que protegen a los menores
de ser víctimas de este tipo de prácticas es contar con un adulto de confianza con quién puedan hablar sobre sexo sin
miedo a ser juzgados por sus preguntas, por sus gustos u orientación. Es
importante crear un clima de respeto y apoyo en
el que se sientan seguros y validados para que, en caso de que entren en
contacto con algún delincuente sexual en la red, sepan, por un lado detectarlo
a tiempo y alejarse no dando más información personal, y por otro, que hay
adultos que les quieren y les pueden ayudar, a quienes pueden contárselo sin miedo a
ser castigados por ello.
jjjj
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