“Lo hace para manipularnos” . Una mirada comprensiva.

Es habitual escuchar que hay algún menor que manipula,y del/con el cual tenemos que tener cuidado y no fiarnos mucho; pero ¿cómo podemos entender esto de la manipulación? 

Todos los niños (y más los del sistema de protección) tienen la necesidad de hacerse un hueco en el otro. Los chicos que han sido atendidos por sus padres, respondiendo a sus necesidades de cuidado, van aprendiendo cómo acercarse al otro y hacerse un hueco en él. 


 

Sin embargo, en los niños que no tuvieron una respuesta adecuada a su necesidad, ya sea por negligencia o daño; tiene unas huellas que les dificulta conocer cuál es el camino para ser acogido por el otro. Ya que no tienen incorporada esta experiencia de cuidado. Por eso usan estrategias muy precarias y confusas (las llamadas manipulativas) para acercarse al cobijo del otro. Con estas estrategias habitualmente consiguen el efecto contrario: que el otro les rechace, se aleje, etc. Por lo que no consiguen experimentar y aprender cuál es la vía para el vínculo con el otro. Por esto es importante que los profesionales entendamos que la manipulación no es contra nosotros y que podamos estar bien situados; para mostrar otro camino al chico/a, pero acogiéndole, dándole un lugar y permitiendo el vínculo; no rechazandolo. 


Por ejemplo cuando un niño/a  sólo comenta una información a un educador determinado y a otro no, o sólo realiza una conducta determinada como puede ser comer en presencia de un educador concreto y no de otro, etc. 

En este ejemplo es muy importante poder separarnos como profesionales de la conducta del menor, no cayendo en entender que nos lo está haciendo a nosotros o contra nosotros personalmente y poder ver más allá de la conducta en sí; pudiendo entender lo que estas conductas nos dicen de cómo el menor en cuestión se vincula.

Comentarios