TODOS A UNA
Así debería de ser en cuestiones de protección, de cualquiera de sus formas pero más aún si es en cuanto a protección de menores, aquí no debería de haber dudas ni rendijas por las que escaparse determinados delincuentes.

El maltrato puede ser llevado a cabo de muchas formas , el abuso sexual es una de ellas. Cuando un niñ@ es abusad@ por su propio padre/madre o padrastro/madrastra de manera repetitiva, el menor crece sintiéndose vulnerable, sol@, con un gran secreto que le come por dentro y que necesita contar a alguien pero su padre/madre le ha cerrado la boca con la amenaza. Si a esto le añadimos que tod@s l@s niñ@s que pasan por esto sienten vergüenza ( de hablar del tema , de creerse culpables de que les ocurriera, de ser unos cobardes por no contarlo, por “permitir” que les ocurriera…), entonces nos podemos imaginar los sentimientos más contradictorios, las conductas mas agresivas y extrañas, la falta total de empatía, el nulo interés por sí mismos, …. la confusión emocional más terrible que viven est@s niñ@s.
Cuando esto ocurre se pone en marcha la maquinaria del sistema de Protección , se les separa de las personas maltratadoras y otras personas adultas (educadores, acogedores, asistentes sociales, psicólogos ) pasan a ser sus “ángeles de la guarda” (como nos bautizó un niño de 8 años maltratado).
Intentamos que se sientan más tranquilos, a gusto… protegidos y seguros para que se sientan con la libertad de contar su historia y sobretodo qué es lo que necesitan.
Cuando después de un tiempo… mucho tiempo se consigue esto, el/la niñ@ cuenta qué ocurrió, cómo esto le hizo sentir y sobretodo cuando es capaz de decir qué quiere “que pague por lo que me hizo” … no es un capricho señores, es una necesidad, la necesidad de sentirse a salvo.

Es importante entender esto porque hay sentencias judiciales en las que se tiene que leer “el testimonio del menor no es coherente, no siempre cuenta lo mismo, su relato es impreciso…” y que además el testimonio de las personas a las que el/la niñ@ ha contado su historia en UN CONTEXTO DE SEGURIDAD no son válidos porque “no fueron testigos de los abusos en el momento en el que sucedieron”, esto a parte de cabrear deja a todo el mundo con una sensación de indefensión …. Pues a los niñ@s les confirma su idea de que los adultos no son confiables, que el mundo es un lugar peligroso y que nadie es fiable.. asique no queda otra que defenderse.
Todos a una por favor
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